catedral de huelva
La actual catedral de Huelva es un edificio comenzado en 1605 y fruto de una serie de actuaciones arquitectónicas que iniciadas en estilo Renacentista desembocaron en estilo Barroco con ciertos componentes coloniales y conventuales. Sus orígenes parten de una capilla que formaba parte del convento mandado levantar por el señor de Huelva don Alonso Pérez de Guzmán, VII duque de Medina-Sidonia para ser ocupado por los monjes Mercedarios Descalzos. No existe un autor nominado a quien se le atribuya su construcción, siendo varios los nombres que se relacionan con su fábrica: Alonso de Valdeviras, maestro mayor del Condado, fray Juan de Santamaría o el maestro mayor Martín Rodríguez de Castro. Su periodo de ejecución varía según las fuentes pero la estimación del periodo está alrededor de 1615.
En 1755 como consecuencia del terremoto de Lisboa el edificio fue seriamente dañado, daños que aumentaron con el siguiente seísmo en 1765. Por ello, a partir de 1763 comenzó el levantamiento de un nuevo templo bajo el proyecto de Pedro de Silva al más puro estilo barroco, siendo el maestro encargado de obra Ambrosio de Figueroa, y a partir de su muerte las continua Francisco Díaz Pinto.
Las reformas comenzadas en la Iglesia-convento no se concluirían hasta bien entrado el siglo XX, debido a circunstancias fundamentalmente políticas. La última acción arquitectónica llevada a cabo fue en 1915 cuando se levantaron las actuales espadañas en la fachada principal de clara inspiración colonial.
La historia de la Iglesia como Catedral comienza en 1953 cuando segregada de archidiócesis de Sevilla se crea la diócesis onubense y se elige como nueva Catedral a la Iglesia de la Merced.
La fachada, de ladrillo revocado, es de estilo barroco y se organiza en tres cuerpos separados por cornisas. El inferior juega el papel de zócalo y contiene la puerta de entrada al templo con arco de medio punto enmarcado por dos pares de pilastras a cada lado y con óculos cuatrilobulados. Sus laterales llevan un óculo de forma semicircular. El segundo cuerpo está concebido como un gran retablo con hornacinas que en 1978 fueron decoradas con escultura de Antonio León Ortega como maestro. El tercer cuerpo repite prácticamente el esquema del cuerpo anterior sustituyendo la hornacina central en este caso por una ventana rectangular. El tramo central de la fachada se remata con una balaustrada sobre la cornisa.
La Iglesia actualmente es de planta de salón, de corte basilical, de tres naves separadas por arco de medio punto y crucero central. La nave central se cubre con bóveda de cañón fragmentada en cinco tramos por los llamados arcos fajones, siendo también los formeros de medio punto y sobre ellos, hay una tribuna corrida con balcones que dan a la nave principal con trabajo de forja. Las naves laterales se cubren con bóvedas de arista y en sus laterales llevan retablos donde nombres como Martínez Montañés o Herrera El viejo se hacen presentes.