basílica de santa maría de los reales alcázares
Esta basílica es el más claro ejemplo en Úbeda de superposición de estilos, consecuencia de su dilatada historia: gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neogótico. Se ubica en la Plaza Vázquez de Molina. Está declarada Monumento Nacional y parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad. En 2014, fue declarada Basílica Menor de Úbeda de la diócesis de Jaén.
Se levantó sobre la primitiva Mezquita Mayor que se encontraba dentro del Alcázar. Por lo que estaba incomunicada del resto de la ciudad hasta el inicio del siglo XVI, salvo un postigo, que se conserva aún en el claustro. Por dicho postigo, se dice que entró el rey Fernando III el Santo para consagrar la mezquita al culto cristiano, tras conquistar la ciudad en 1233. Aún se conservan restos de la barbacana defensiva de la Alcazaba, incluso de un torreón almohade que se pueden ver en el exterior de la capilla del Santo Entierro.
Su monumental portada renacentista enmarcada con dos sobresalientes espadañas -realizadas en el siglo XIX-, se comenzó en 1510 y se terminó en 1645, siguiendo el diseño de Pedro de Vera. El relieve de la Adoración de los Pastores es obra de Luis de Zayas. Del mismo estilo renacentista es su portada lateral, más conocida como “La Consolada”. Ésta fue realizada por Pedro de Cobo, también con imágenes de Luis de Zayas. Ambas portadas conservan los escudos episcopales de don Sancho Dávila, obispo de Jaén.
El interior de la iglesia es de estilo gótico-mudéjar y de cinco naves sobre columnas cuadrangulares. Donde podemos encontrar capillas góticas con rejas del Maestro Bartolomé, natural de Jaén. La antigua cubierta de artesonado de madera se sustituyó en el siglo XVII por una bóveda de cañón. En dicha bóveda se pueden apreciar los escudos de los primeros obispos de Jaén y de don Diego de los Cobos, obispo natural de Úbeda. De la antigua mezquita se aprovecharon los cimientos del patio para realizar el claustro, de planta irregular. Su arquería gótica es de finales del siglo XIV, mientras que las bóvedas de tracería que se apoyan en dichos arcos datan de 1512.
En 1983 se cerró la basílica al culto para su restauración, debido a la amenaza de derrumbe que presentaban sus pilares. Dicha restauración corrió a cargo primeramente de Ilsicio Ruiz Albusac, y de Enrique Venegas después. Hoy se venera en esta basílica a la imagen de la patrona de Úbeda, Nuestra Señora de Guadalupe y del Gavellar, trayéndose desde su ermita. En sus capillas se encuentran las imágenes procesionales para la Semana Santa, realizadas por Mariano Benlliure, Francisco Palma Burgos, Jacinto Higueras y otros imagineros contemporáneos.