catedral de cádiz
La Catedral de Cádiz es llamada “Santa Cruz sobre el mar” o “Santa Cruz sobre las aguas”, aunque lo
cierto es que en la ciudad es más conocida como la Catedral Nueva, en contraposición a la Vieja del siglo XVI sobre la antigua Catedral gótica mandada por Alfonso X El Sabio. La
primitiva gótica fue quemada por la escuadra angloholandesa en 1596. Y a comienzos del siglo XVII se mandó a construir sobre los restos, una catedral dotada de una dignidad acorde a la condición
de ser el primer templo de la diócesis. El crecimiento de la ciudad y de su prosperidad con el comercio de las Indias en la segunda mitad del siglo XVII motivó la construcción de una nueva
Catedral acorde al esplendor de la ciudad.
La nueva catedral de Cádiz responde a una orientación muy diferente a la que tenia la antigua edificación, es el deseo de que la nueva estructura fuera percibida desde la dirección de la entrada de las naves al puerto de Cádiz, e incluso que la altura de la cúpula y torres fueron proyectadas originariamente para rivalizar con la altura de los enromes veleros de tres palos que venían procedentes de América. Esta realidad del siglo XVIII no fue todo lo deseado, y es que se trata de una de las catedrales modernas más abandonadas desde el punto de vista historiográfico. Su fachada se vio modificada de los planos desde el segundo cuerpo, sus torres se redujeron en altura, la cúpula finalmente fue de menor tamaño, y esta dio paso a una media naranja neoclásica cerrada en 1844.
Su arquitecto, Vicente de Acero, fue elegido en concurso en octubre de 1721, recomendando en cabildo catedralicio la fábrica de la catedral en madera, dados los conocimientos que poseía. En estos primeros años, la fábrica del edificio ya presentaba problemas. Tras las surgidas criticas que surgieron en torno al edificio y su jefe de obras, Acero se despidió de la fábrica en 1739, y le continua en obras Gaspar Cayón, Miguel Olivares, Manuel Machuca, y las finaliza Juan Daura.
Fueron 116 años de construcción que dio lugar a innumerables cambios de estilo y gustos por los diferentes arquitectos. La catedral se comenzó en estilo Barroco, como su planta y el interior hasta el friso rococó y es terminada en estilo neoclásico, en su fachada, torres, cúpulas y el segundo cuerpo del interior, así como la mayoría de los retablos y el altar mayor. En definitiva, una imagen muy diferente a la que se tenía pensada al inicio de la construcción.
En su interior encontramos una distribución de planta en forma de cruz latina, dividida en tres naves y con girola pentagonal.
Presenta hileras de columnas corintias que sostienen bóvedas vaídas, salvo el remate en cúpula de la girola. El altar está elevado en altura, y bajo este se encuentra la cripta que fue el primer
recinto construido de la catedral. Las capillas se repiten en torno a las naves de la Catedral, y destaca la de San Sebastián con la escultura de Luisa Roldán, así como la de los patronos
gaditanos de San Servando y San Germán. En el coro encontramos dos grandes órganos de gran valor.
Este largo periodo de construcción y la cercanía con el mar, han provocado que muchas de las piedras utilizadas se estén desmoronando. También es curioso el diferente color de las fachadas, debido a la alternancia entre piedra caliza y la piedra ostionera, mientras que en los interiores altares se utiliza el rey de los materiales, el mármol.
La Torre del Reloj es uno de los elementos más característicos de la catedral, y es que desde este se puede apreciar toda la ciudad y el océano Atlántico. Destaca el reloj, que se introdujo a la torre en el siglo XIX y que durante décadas sirvió para marcar el tiempo a los gaditanos, hasta su desuso a mediados del siglo XX.