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catedrales peninsulares

catedral de guadix


Su construcción abarca los siglos XVI al XVIII, con largos periodos de inactividad, por lo que en ella se conjugan todos los estilos presentes en la llamada Edad Moderna: Gótico, Renacimiento, Manierismo, Barroco y Neoclásico. Fundada en 1492 sobre la anterior mezquita mayor del Guadix islámico, su renovación se inicia en 1510-1520 con un cuerpo gótico que se corresponde con la zona del coro y trascoro actuales; fue su maestro mayor Pedro de Morales. En 1549 Diego Siloé proyecta una nueva catedral al gusto renacentista de la cual se construye entonces el perímetro externo de la cabecera, el acceso a la capilla redonda de San Torcuato y el primer piso de la torre, actual sacristía.

 

Solamente se haría el segundo cuerpo de la torre y la bóveda de la sacristía. Durante todo este tiempo y hasta bien entrado el siglo XVIII, el culto se realiza en el edificio antiguo, mitad mezquita, mitad templo gótico. A comienzos del siglo XVIII se reinician los trabajos, terminando el tercer cuerpo de la torre en 1710. Pero es en el año 1713, tras conseguir del rey Felipe V el poder disponer del octavo del diezmo del obispado para terminar el edificio, cuando se le encarga a Blas Antonio Delgado, maestro mayor de la Catedral de Jaén, un proyecto global. Este modelo será, en gran medida, el seguido para la configuración actual, en el que había de conjugarse y englobarse lo antiguo con lo nuevo. Como maestro mayor es nombrado Vicente Acero, el cual termina la cabecera, con su girola y bóvedas,

 

Del exterior del edificio destaca su rotunda silueta, totalmente exenta, y en ella la fachada principal, uno de sus elementos más personales y obra originalísima del Barroco español. Se supone trazada por Acero, pero muerto éste antes de comenzarse, es seguro que Cayón y Fernández Pachote, maestros que le sucedieron y dirigieron los trabajos, debieron introducir novedades, al menos, en las soluciones ornamentales.

Pasando al interior del templo podemos observar su cabecera pentagonal, cuyas capillas perimetrales están separadas por pilastras de medias columnas dóricas en su frente; las bóvedas de la girola son vaídas sobre arcos de medio punto, pero reforzadas visualmente con crucerías para parecerse a las góticas de las naves. Obra de interés es la capilla redonda de San Torcuato, cuyo diseño inicial como panteón de Diego Siloé se deja ver en el atrevido arco en esviaje que la comunica con la girola.

 

Los retablos que ocupan las capillas perimetrales son de estilo barroco y la mayoría del siglo XVIII. El tabernáculo que preside el altar mayor es de estilo neoclásico y fue diseñado por Domingo Lois de Monteagudo. Las pinturas que decoran el altar presentan, a imitación de la de Granada, un ciclo de la Vida de la Virgen, pintados en la década de 1730. Especialmente suntuosos son los dos púlpitos y la sillería del coro. Los primeros labrados por Ruiz del Peral en 1737 y son de incrustaciones de mármol, ágata, pórfido y jaspe. La monumental y caprichosa sillería barroca, comenzada en 1744, tuvo en sus respaldos preciosas esculturas talladas por Ruiz del Peral (treinta de ellas), y el resto, hasta un número de cuarenta, por Salazar, Trujillo, Felipe González y Moyano. Destruidas en 1936, en la actualidad se están colocando otras realizadas por Asenjo Fenoy.  El trascoro, de estilo neoclásico y de mármoles rojo y blanco, fue trazado por Domingo Lois, con algunas modificaciones y dirección de Jacobo Ferro; se realizó entre 1784 y 1797.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.