catedral de jaén
La Catedral de Jaén es una de las obras más destacadas del Renacimiento en Andalucía Oriental. Su edificación fue iniciada por Andrés de Vandelvira en el siglo XVI y se prolongó en el tiempo durante casi cuatros siglos. Su origen se remonta al año 1246, cuando el rey Fernando III “el Santo” conquistó la ciudad de Jaén. Posteriormente, el obispo de Córdoba, D. Gutierre inició el proceso de conversión y consagración del templo bajo la advocación de la Asunción de María en el lugar en el que se localizaba la antigua mezquita aljama. Finalmente, en 1249 pasó a denominarse como Catedral, trasladándose dos tercios del cabildo desde Baeza a Jaén, pasando a tener la diócesis una doble sede desde ese momento.
Durante la segunda mitad del siglo XIV, la primitiva Catedral quedó devastada a causa de una incursión musulmana. Tras ello, el obispo Nicolás de Biedma (1368/78-1381/83) mandó demoler los restos de la vieja fábrica y comenzar la construcción de una nueva, sin embargo en 1492 el obispo Luis Osorio (1483-1496) nuevamente ordenó derribarla por su estado ruinoso. Pedro López, bajo la supervisión de Enrique Egas, fue el encargado de levantar una obra afín al estilo gótico isabelino o de los Reyes Católicos. Más tarde, en 1500, con la llegada del obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce se construyó una nueva capilla mayor dotada de un cimborrio decorado con yeserías. La fábrica de este templo debió ser inestable como consecuencia de la premura de su construcción y por los problemas del desnivel del terreno, pues en 1525 acusó peligro de derrumbe por la debilidad de los pilares que sostenían el cimborrio.
El proyecto para erigir la Catedral actual fue materializado gracias a Esteban Gabriel Merino (1523-1535), quien fuera arzobispo de Bari y obispo de Jaén y cuya estancia en Italia debió ser clave en la apuesta de un estilo constructivo afín al lenguaje renacentista de una arquitectura que seguía el gusto a lo romano. Para el sufragio de los gastos obtuvo el breve Salvatoris Domini, otorgado en 1529 por Clemente VII, por el cual se concedían indulgencias a quienes visitaran el templo y contribuyeran a su edificación. Asimismo y para tal fin se creó la cofradía del Santo Rostro, que estaba compuesta por veinte mil hombres y veinte mil mujeres.
El proyecto renacentista se gestó hacia 1548, cuando fue convocado un concurso para elegir al maestro mayor de obras, Andrés de Vandelvira fue elegido por el cabildo catedralicio como maestro mayor de la Catedral de Jaén desde 1548 hasta 1575, fecha de su muerte. Tras el fallecimiento de Andrés de Vandelvira Alonso Barba (1524/25-1595) -quien fuera su aparejador- continuó al frente de la obra.
Tras ello, la actividad constructiva en torno a la Catedral de Jaén quedó paralizada un tiempo, siendo reactivada de forma frenética durante el siglo XVII. La reanudación de las obras estuvo marcada por la llegada a la Diócesis de Baltasar Moscoso y Sandoval (1619-1646).
El encargado de retomar el proyecto fue Juan de Aranda Salazar († 1654). Su fase constructiva se inició en 1634 y se prolongó hasta 1654 continuando el proyecto de Vandelvira, aunque introduciendo ligeras aportaciones propias. Una vez que finalizadas las obras de la fábrica nueva, en 1660 se celebró la consagración del templo por el obispo Fernando de Andrade y Castro. Así, en 1667 Eufrasio López de Rojas fue designado maestro mayor para levantar la monumental fachada de la Catedral de Jaén, la cual es una de las grandes creaciones del Barroco español. Por su definición se trata de un retablo pétreo que combina la arquitectura y la escultura, El conjunto escultórico fue elaborado por Pedro Roldán y su sobrino Julián, aunque también intervinieron Lucas González, Juan Puche y Bernabé Gómez del Río.
Por último, a lo largo del siglo XVIII se cerró la fábrica desde la zona de los pies hasta la del crucero. Durante esta fase constructiva, entre 1726 y 1736, el arquitecto José Gallego y Oviedo del Portal erigió el coro. Para la construcción del Sagrario se eligio el diseño de Ventura Rodríguez (1717-1785), miembro de la Real Academia de San Fernando de Madrid. Las obras comenzaron el 29 de septiembre de 1764, coincidiendo con la festividad de San Miguel y finalizaron el 22 de marzo de 1801, dando por finalizada la edificación de la Catedral de Jaén.