catedral de sevilla
La Catedral de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo y el tercer templo en cuanto a tamaño tras la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma, y San Pablo en Londres. En 1987 ha sido declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.
Es un edificio insólito que posee cinco naves, que se distribuyen con perfecta orientación musulmana, mirando hacia Levante. El aspecto más controvertido de ella es que no cuenta con una cabecera en el sentido gótico habitual en forma de ábside sin girola, ya que su planta salón es un perfecto rectángulo que se corresponde milimétricamente con la de la alhama, de la que heredó, también, la insólita disposición de las puertas. En relación a los muros, hay que decir que cuentan con poco espesor. Sin embargo, las capillas están separadas por estribos perpendiculares al eje central del templo, terminando en 28 pilares adosados que, con otros 32 exentos, soportan a 68 bóvedas ojivales. La luz natural es escasa, ya que las ventanas son pequeñas y soportan bellos vitrales.
La Giralda, a pesar de su autonomía, ejerce la función de torre y de campanario de la Catedral de Sevilla. No sólo destaca por su ubicación e historia, también debemos subrayar su factura arquitectónica, su función a lo largo de los siglos y su significado dentro del casco antiguo de la ciudad. Su base cuadrada se sitúa a 7,12 metros sobre el nivel del mar, teniendo 13,61 metros de lado y una altura de 104,06 metros. Fue construida en su base a imagen y semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos), aunque el remate superior y campanario es de progenie europeo renacentista.
La impresionante nave central aloja a dos carismáticas edificaciones: el Coro, flanqueado por grandes órganos, y la Capilla Mayor, de cuatro plantas, que aloja el retablo mayor. Entre ellos se sitúan tres zonas anexas: la nave de San Fernando Rey, el crucero (cuyas bóvedas son las más altas de todo el conjunto) y el Trascoro. Cada una de estas tres zonas se corresponden con las tres jerarquías de la ciudad medieval: la catedral regia o panteón de los reyes, la catedral eclesiástica o parte reservada al Arzobispo y al Cabildo, y la catedral popular, situada hacia Poniente.
La Capilla Real hace las funciones de cabecera de la catedral. Se trata de una construcción singular, ya que es una especie de ábside renacentista situado donde cabría esperar una gran girola ojival, típica del gótico. En dicha capilla está ubicado el panteón del Rey San Fernando y de su hijo, Alfonso, junto con los sepulcros de algunos otros miembros de la familia real de la época. Asimismo, encontramos en ella a la imagen gótica de Santa María de los Reyes, patrona de la archidiócesis de Sevilla.
El Tesoro y la pinacoteca. Cabe destacar también los tesoros del templo y una gran cantidad de pinturas de Murillo, como los retratos de San Isidoro o San Leandro; cuadros como Santa Teresa, de Zurbarán, y la cabeza esculpida de San Juan Bautista. La tumba de Cristóbal Colón, mausoleo que fue obra de Arturo Mélida se encuentra en el brazo derecho del crucero de la Catedral, aquí reposan los restos del famoso descubridor de América.