concatedral de nuestra señora santa maría de la encarnación
La ex-colegiata de Nuestra Señora Santa María de la Encarnación se construyó sobre los restos de la mezquita aljama musulmana. Inicialmente se abrió al culto cristiano tras su sacralización manteniendo su estructura como mezquita. En 1529 se inicia su edificación en estilo gótico (estilo artístico siglos XII-XV) pero un terrible terremoto que asoló la ciudad en 1531 la derribó en su mayor parte, permaneciendo en pie su cabecera conformada por capillas absidiales con arcos apuntados y pilastras góticas.
En 1531 el Cabildo bastetano encarga su reconstrucción, ya con proyecto renacentista a Alonso de Covarrubias y al maestro cantero Rodrigo de Gibaja que culmina la obra desde 1549. Consta de tres naves cubiertas por bóvedas de crucería y girola. La torre, situada al pie del templo, presenta cinco tramos, de los que los tres últimos corresponden a una restauración realizada en la segunda mitad del S. XVIII, tras otro fuerte terremoto.
La Torre de la antigua Colegiata de Baza contaba con 16 campanas en su origen. Perdió la mayor parte de las campanas en la guerra civil, quedando solamente las dos mayores litúrgicas y las dos del reloj. Después de 1949 se empezaron a añadir las campanas que faltaban, gracias al empeño personal y constante de Diego Florentín, el campanero de la Iglesia Mayor de Baza.
Los muros de fábrica de la iglesia son de piedra labrada (sillería), a diferencia de la torre que es de ladrillo. La portada a la Plaza Mayor está realizada en piedra, mientras que la rampa escalonada de acceso es de pilastras de piedra y rejas de hierro.