basílica de santa engracia
La Iglesia de Santa Engracia sustituyó al antiguo Real Monasterio Jerónimo de Santa Engracia, destruido en 1808 debido al Sitio de Zaragoza. El monasterio jerónimo ocupó el solar de la antigua necrópolis cristiano-romana, cuya cripta albergaba los restos de Santa Engracia y otros dieciocho mártires de los siglos III y IV. Fue templo mozárabe durante la dominación musulmana de la Taifa de Saraqusta, con el nombre de Iglesia de las Santas Masas, siendo cabeza del arrabal mozárabe, barrio situado extramuros de la medina y que, por tanto, mantuvo culto cristiano desde el siglo III hasta la iglesia actual.
El Monasterio Jerónimo de Santa Engracia fue fundado por el rey Juan II de Aragón, en agradecimiento por la cura de unas cataratas, continuado por su hijo Fernando el Católico y finalizado por su nieto el emperador Carlos. Padre, hijo y nieto construyeron a lo largo de los siglos XV y XVI un magnífico conjunto monástico en estilo mudéjar renacentista sobre una iglesia subterránea, que desde el siglo IV albergaba el Santuario de las Santas Masas, donde se conservaban los restos de Santa Engracia y otros 18 mártires de los siglos III y IV. Las joyas del monasterio eran el Claustro Grande, el mayor de los dos que poseía, y la portada, que se ha conservado. Del esplendor del monasterio da cuenta Jerónimo Zurita, que habla de una biblioteca que en el siglo XVI tenía 2.000 libros.
La Basílica de Santa Engracia cuenta con cuatro campanas en el interior del campanario de la torre Oeste, con fuerte estructura metálica y todas a distinto nivel. El cimbal se encuentra en lo más alto de la torre, está dedicado a San Lamberto Mártir, tiene un diámetro de 52,4 cm y fundida en 1972 por GUIXÀ. La siguiente en tamaño y orden en altura es San Juan Bautista, de 65,5 cm de diámetro y fundida en 1779, sin nombre del fabricante, es la campana más antigua y que ha sobrevivido a los avatares de la guerra con el francés. Dedicada a Nuestra Señora de las Santas Masas tiene 66,6 cm, apenas un centímetro más que la de San Juan Bautista y fundida en 1972 por GUIXÀ, mismo año y fabricante que el cimbal. De 1889 es la campana mayor, situada en la parte más baja del campanario y dedicada a Santa Engracia, tiene un diámetro de 89 cm y fundida por Mariano Español en Zaragoza. Anteriormente a 2015 las campanas intervenían en varios toques litúrgicos. Desde este año los bronces ya no suenan.
Del conjunto del Real Monasterio de Santa Engracia desgraciadamente sólo se ha conservado la portada, que es de la primera mitad del siglo XVI. La portada sufrió serios daños durante los Sitios y fue restaurada por el escultor Carlos Palao -quien completó o repuso enteramente algunas de las figuras originales- cuando se levantó el nuevo templo.
Es una de las portadas más tempranas y mejor resueltas del estilo renacentista. Obra en su mayor parte de Gil Morlanes el Viejo, fue terminada por su hijo. Se trata de una portada-retablo que
refleja el patrocinio real del monasterio y su origen martirial. La imagen de Santa Engracia, hoy desaparecida, presidía la entrada desde el mainel de la puerta. El mecenazgo regio se refleja en
los escudos que se sitúan en las enjutas del arco de ingreso y en las imágenes orantes de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, acompañados de San Juan Bautista y Santa Catalina de Alejandría,
así como de los fundadores de la Orden, San Jerónimo y Santa Paula, flanqueando a la Virgen entronizada en el centro. Coronando el conjunto, el Calvario, con la Fe y la Esperanza en los
laterales.
En la la Cripta de la Iglesia de Santa Engracia se guardan los dos sarcófagos paleocristianos de mármol, del siglo IV, hallados en el solar de la antigua necrópolis: el de la Receptio Animae y el de la Trilogía Petrina, además de varias reliquias de los primeros mártires cristianos.