BALEARES
La etapa de la Historia destacada por encima de las demás si hablamos de la islas baleares es la Edad Media. Mallorca fue conquistada por los musulmanes durante el siglo X, hasta que en el siglo XIII las tropas del monarca aragonés Jaime I la devolvieron a manos cristianas, uniendo su devenir al de los reinos cristianos para siempre. En su testamento el monarca legó la isla de Mallorca a su hijo, naciendo así un reino independiente: el reino de Mallorca. El hijo gobernará la isla bajo el nombre de Jaime II. Es durante su reinado cuando se emprenden las obras constructivas más importantes. Entre el valiosísimo patrimonio que hoy ha llegado hasta nuestros días de este período destaca la catedral o el palacio de la Almudaina, entre otros. Hablemos uno por uno de los monumentos góticos que podemos encontrar en Palma.
La catedral de Mallorca (siglo XIII), conocida como La Seu, es una de las catedrales más llamativas dentro de estilo constructivo, fundamentalmente por el impresionante tamaño de sus naves y el aspecto amplio y diáfano de la misma, no comparable con ningún otro templo gótico de nuestro país. Llamativos son también sus rosetones, de nuevo batiendo records por su diámetro. En el exterior, junto a los rosetones, se pueden apreciar muy bien los elementos constructivos típicos del gótico, como los arbotantes o los pináculos. En el interior diferentes capillas están decoradas con retablos fechados en siglos posteriores a los de la construcción del templo. Y en el altar mayor, un baldaquino del genial Gaudí, en estilo modernista. El último añadido ha sido el mural de la capilla situada a la derecha del altar mayor, obra del artista Miquel Barceló realizadaya en pleno siglo XXI.
El aspecto actual del Palacio Real de la Almudaina, alcázar de la ciudad y residencia real, se debe a la reconstrucción y modificación del antiguo palacio musulmán, llevada a cabo en los siglos XIII y XIV, durante el reinado del ya citado monarca Jaime II y de sus sucesores. Se trata de un bello edificio con sus torres defensivas y demás elementos típicos en estas construcciones, rodeado de bonitos jardines.
La lonja de Mallorca es un edificio civil construido al igual que su homóloga valenciana en estilo gótico, durante el siglo XV. Situada frente al actual puerto deportivo y a escasos metros de La Seu y el palacio de la Almudaina, presenta hoy buen aspecto gracias a las restauraciones.
El convento de Sant Francesc, construido en el siglo XIII y modificado en siglos posteriores, nos ofrece una valiosa iglesia gótica (a excepción de su fachada, que es barroca) y un claustro fiel reflejo del esplendor que vivía la isla durante este período histórico.
Igualmente es durante este período de la historia balear cuando nace y desarrolla su obra el mallorquín más relevante de todos los tiempos: Ramón Llul. Filósofo, poeta y místico, figura próxima a la Orden Franciscana, nació en la isla de Mallorca, formó parte de la corte de Jaime I y realizó una importante labor misional a través de diferentes viajes por Europa y el norte de África. Al valor humanístico de su obra se suma el hecho de haber sido el introductor de la lengua catalana en la literatura. Sus restos descansan en un bello sepulcro situado en una capilla de la iglesia del convento de San Francesc. Se trata de un sepulcro construido en alabastro que data del siglo XV. Junto al beato en posición yacente encontramos figuras y detalles cuya simbología rememora la vida y obra del beato.
Muerto Jaime II, pocos años sobreviviría el reino de Mallorca como ente independiente. En la primera mitad del siglo XIV, su nieto, Jaime III de Mallorca cae derrotado frente las tropas aragonesas, reincorporándose la isla balear a la Corona de Aragón. A pesar de todo, la isla de Mallorca continuó siendo un importante enclave, lógico teniendo en cuenta su posición privilegiada en el Mediterráneo, tanto a nivel comercial como militar.