basílica de nuestra señora del pino
La actual Basílica, posee en su interior un rico patrimonio histórico. Dicho lo cual, este templo mariano, fue declarado Bien de Interés Cultural. En dicha obra, colaboraron grandes arquitectos y artistas canarios, como el ingeniero Antonio de la Rocha y Diego Nicolás Eduardo. Abierta a una bonita plaza, el templo mariano se encuentra rodeado de bonitas casas señoriales que asoman con bonitos balcones tradicionales canarios.
Destaca en su fachada, la torre de sillería que se encuentra en la parte derecha y recibe el nombre de la Torre Amarilla. Esta especie de campanario con forma octogonal es el único elemento arquitectónico que se conserva de la segunda Iglesia. La cornisa está decorada por balaustradas con florones, mientras que en la parte central se encuentra el reloj y las campanas. La cúpula es austera y en forma de faro. En el interior se encuentran los cinco retablos más representativos del rococó de Gran Canaria y de los muchos lienzos que hay en la basílica actual, el más importante corresponde al lienzo de Ánimas, realizado en el siglo XX.
Popularmente se cuenta que la Virgen del Pino recibió su nombre por la aparición, de manera sobrenatural, de la imagen de la Virgen María en lo alto de un pino (Pinus canariensis) situado en las inmediaciones donde años más tarde sería levantada la Basílica que la alberga. La Basílica Nuestra Señora del Pino, es un punto de encuentro y peregrinación ya que se trata de un lugar común donde la presencia de cientos de personas a lo largo del día hacen que este edificio sea el centro neurálgico de la Villa de Teror, junto con la La Plaza de Nuestra Señora del Pino.