catedral de ciudad real
La Iglesia de Santa María del Prado, primero parroquial (S.XIII-XIV), posteriormente Prioral (1875), con obligadas y profundas adaptaciones a su nueva función, Basílica (1967) y hoy Catedral (1980), es el resultado de la ampliación en los siglos XV y XVI, con licencia de construcción del Cardenal Arteaga (1553), de la primitiva del siglo XIII o XIV, de la que quedan en la fachada de poniente tres rosetones (dos visibles sólo por el interior, en el Coro Alto) y la puerta primitiva, una ventana ojival en la fachada del Prado, cegada por la Sacristía vieja ( visible por el interior, nave) y los muros laterales y de poniente.
Según la tradición popular el primer edificio fue construido en el lugar que ocupaba el prado, cercano a Pozuelo Seco, donde se apareció la Virgen del Prado a los lugareños en 1088. El edificio actual fue realizado en el siglo XVI, y en él se pueden apreciar, esencialmente, elementos constructivos del Gótico, con incorporaciones posteriores del Renacimiento y del Barroco como es el caso del Camarín de la Virgen y de la Sacristía.
El templo es de una sola nave de elevada altura, sus dimensiones son: 34 metros de altura, 53 metros de longitud y 18 metros de ancho, resultó de la supresión de los arcos y muros que separaban las tres naves de la Iglesia primitiva, de la elevación de los muros exteriores, de la ampliación por el este con la construcción de un nuevo ábside gótico pentagonal, con cinco grandes ventanales de fina tracería (tres tapados ahora por el retablo) y bóveda lateral. En cada clave de las bóvedas se sitúan los escudos de las cuatro órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.
El retablo está formado por predella, tres cuerpos, y sobre ellos un coronamiento. Verticalmente se encuentra dividido en tres calles con intercolumnios dobles. Los cuerpos presentan alternancia de órdenes, Dórico, Jónico, Corintio y Compuesto en el coronamiento. El programa iconográfico del retablo es netamente Mariano en los relieves, con figuras de diferentes santos en las hornacinas y todo él presidido por la imagen de la Virgen del Prado. En 1612 se contrataron las obras con el escultor Giraldo de Merlo, con proyecto de Andrés de la Concha (tracista) y con ejecución de pintura y estofado de Juan Hasten y Critóbal y Pedro Ruiz Elvira, por otro lado, también se contrató la traída de las maderas necesarias de la sierra de Reillo en la provincia de Cuenca. El retablo quedó definitivamente concluido en 1616.
Del exterior destacan la Puerta del Mediodía, la Puerta del Perdón, la Puerta del Norte, la fachada este (camarín) y la Portada, probablemente del siglo XVI presenta tres arquivoltas de medio punto apoyadas en jambas de columnitas. Al hacer esta breve descripción del exterior de este templo no podemos olvidarnos de mencionar la magnífica y soberbia torre que domina todo el conjunto del tempo parroquial.
Por otro lado, también en el interior del templo es de destacar la escalera y el Camarín de la Virgen, este último del más puro estilo barroco, construido a finales del siglo XVII por encargo de Felipe Muñoz, contador de Hacienda, es de planta cuadrada cubierta por una cúpula de decoración barroca. El Coro Capitular, tallado en 1960 por los hermanos Cruz Solís, consta de la Cátedra del Obispo y veinticuatro situales decorados con relieves, representado a distintos santos. Y las capillas la del Santisimo, la Penitencial o del Cristo y la de la Virgen de los Dolores. Las Sacristías nueva y la vieja y la Sala Capitular.