basílica de los santos justo y pastor
La iglesia está dedicada a la advocación de los santos Justos y Pastor. Fue construida sobre los cimientos del anterior templo románico, y es uno de los ejemplos singulares de la arquitectura religiosa del gótico catalán del siglo XIV, tanto por la tipología de la planta y soluciones estructurales. Aunque la tradición la hace remontar al siglo IV, está documentada desde el 801 cuando el rey franco Luis el Piadoso impulsó la reconstrucción. La construcción de la iglesia gótica que podemos ver actualmente comenzó el 1 de febrero de 1342 y se prolongó hasta el 1574. Fue el último de los grandes templos góticos construido en Barcelona.
Es una iglesia formada por una nave central de cinco tramos cubierta por bóvedas de crucería con claves de bóvedas policromadas, ábside poligonal y seis capillas rectangulares entre los contrafuertes a cada lado. Recorren la parte alta ventanas caladas con vidrieras de colores del siglo XVI. Las fachadas son austeras y bastantes simples, a la fachada principal se habían previsto dos torres, pero solo se llegó a construir una, situada a la derecha y con forma semioctogonal.
El altar mayor actual es de 1832 y sustituye al realizado por Damián Forment. Este consta de seis columnas monolíticas de mármol de Tarragona situadas en hemiciclo y con media cúpula, de estilo neoclásico. Las esculturas que representan los cuatro evangelistas son obras de Agapit y Venanci Vallmijana realizadas en 1854. Se venera la imagen de la Virgen de Montserrat.
Destaca la Capilla de Sant Feliu que guarda el retablo de la Santa Cruz, obra magnífica de Pedro Núñez, pintado entre 1525 y 1530. La crónica de San Pedro de las Puelas, fuente literaria de casi todas las primeras informaciones relativas a la iglesia de San Justo, se refiere a la especial concesión de tres notables privilegios: la Batalla Juzgada, el Juramento de los Judíos y el testamento Sacramental, concedidos por Luis el Piadoso en el altar de Sant Feliu en el año 801, cuando echó los moros de Barcelona. Estos privilegios fueron mantenidos en la Basílica aun después de que Jaime I derogara las leyes góticas. En el 1284 estos privilegios fueron confirmados por el rey Pere II, en el capítulo 48 de la constitución Recognoverunt Proceres.
En la capilla de San Paciano hay un retablo del siglo XVIII, al pie del mismo está una urna con los restos de San Paciano de Barcelona, santo obispo de Barcelona e importante escritor del siglo IV.