catedral de barcelona
La Catedral de Barcelona es la llamada Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia. La construcción del actual templo comenzaría en mayo de 1298 bajo el reinado de Jaime II de Aragón, prolongándose durante 150 años. Sin embargo, la fachada de la Pla de la Seu es mucho más reciente: fue a finales del siglo XIX, tras cuatro siglos inalterada, cuando con motivo de la Exposición Universal de 1888 el industrial catalán Manuel Girona i Agrafel sufraga los gastos para terminar una fachada proyectada en el siglo XV.
la basílica recibió las reliquias de Santa Eulalia, patrona de la ciudad de Barcelona, que habían sido encontradas escondidas en la iglesia de Santa María del Mar. La fuerza de la leyenda de esta mártir cristiana de finales del siglo III explica los numerosos elementos de la catedral dedicados a ella: puerta, vitrales, claves de bóveda, relieves, imágenes…Los restos de la santa reposan en la Cripta de Santa Eulalia, bajo el altar mayor, en un espectacular sarcófago gótico de alabastro obra de Lupo di Francesco en el que hay talladas escenas del martirio. En el claustro gótico hay un estanque por donde corretean trece ocas blancas en honor a Santa Eulalia, que tenía trece años cuando fue torturada: los romanos aplicaron hasta 13 martirios a esta doncella, tantos como años tenía.
la Catedral de Barcelona alberga alrededor de 40 capillas, decoradas con retablos góticos de célebres pintores catalanes como Guerau Gener o Bernat Martorell, 215 claves de bóveda y 200 gárgolas entre las que, además de demonios, podemos encontrar un elefante, un toro y un unicornio. El templo cuenta, además, con 21 campanas encabezadas por la rebelde Honorata, refundida en el siglo XIX después de que Felipe V la destruyera por haber repicado para anunciar -y alentar- el levantamiento de 1714.
la Puerta de San Ivo, la más antigua y principal acceso a la catedral durante cinco siglos, donde una inscripción nos recuerda la fecha exacta de 1298 en la que comenzó a construirse el templo. Una vez dentro, no puede dejarse de ver el Altar Mayor, sostenido sobre dos capiteles del templo primitivo del siglo VI y presidido por la Exaltación de la Cruz rodeada por seis ángeles, del escultor Frederic Marès.
Entre los elementos más valiosos del templo están el coro, con su sillería de madera tallada del siglo XV, los relieves de la vida de Santa Eulalia del trascoro, de estilo renacentista, y la capilla románica de Santa Lucía, del siglo XIII, que cuenta con una entrada exterior ya que se construyó como capilla del anexo palacio episcopal.
También descansan los restos de diferentes personalidades reales, destacando los sepulcros del conde Ramón Berenguer I y su esposa, Almodis de la Marca, así como el cuerpo incorrupto de San Olegario, obispo de Barcelona en el siglo XII.
Construido entre los años 1537 y 1539, el órgano de la catedral de Barcelona posee una gran importancia artística, litúrgica e histórica. En su día la caja del órgano estaba cerrada con tapas decoradas con grisallas por el artista Pedro Pablo Serafín “el Griego”, que hoy se encuentran repartidas entre la sala de exposiciones de la iglesia de San Severo y el Museo de la Sala Capitular, en el claustro de la catedral.
Las leyendas se acumulan en torno al Santo Cristo de Lepanto, del siglo XVI, que se halla en la capilla del Santísimo, justo encima del sepulcro de San Olegario de la catedral de Barcelona. Una de las leyendas asegura que el Cristo estuvo presente en la batalla de Lepanto en 1571, precisamente en la nave capitana de Juan de Austria y que, gracias a su intercesión, los turcos no pudieron avanzar hacia Europa. Otra leyenda dice que el Santo Cristo esquivó una bala en plena batalla y que por eso tiene su cuerpo inclinado. Y una tercera leyenda cuenta que se encontraba en la bodega del barco y que colocó su cuerpo para tapar un agujero que hubiera hecho naufragar la embarcación.