catedral de santa maría de solsona
La catedral de Santa María de Solsona es un complejo de edificios que datan desde el final del siglo XII hasta XVIII, con estilos que van desde el románico al barroco, pasando por el gótico, está situada en la capital de la comarca del Solsonés en la provincia de Lérida.
De la primitiva iglesia románica, 1070-1163 aún se conservan notables testimonios como los tres ábsides (con ventana con arquivoltas dos columnas y capitel), el campanario de planta cuadrada aunque la parte superior es del siglo XVI tiene ventanas con arquivoltas capiteles y columnas, el claustro, la bodega y el comedor de los canónigos, que es la actual sala de los Santos Mártires. Son también románicas algunas ventanas tapiadas en la fachada y la magnífica puerta de escuela leridana que da al claustro y que tiene arcos abocinados, capiteles y columnas.
La primitiva iglesia románica de Santa María tenía el monasterio cerca, adosado a sus muros. Estaba situado donde hoy se encuentra el palacio episcopal. La catedral actual es de estilo gótico se empezó en 1299 y se acabó en el año 1630 con la construcción del presbiterio. La puerta exterior de la plaza de la iglesia es neoclásica (1780) con relieve de San Agustín en éxtasis. En la plaza de Palau está la fachada barroca de la Asunción (1769). En esta misma plaza está el Palacio episcopal. En el siglo XVIII, por iniciativa del obispo Lasala, se construyó el cancel y la puerta de San Agustín, destruyéndose por este motivo la gran portada románica.
A la izquierda del transepto se sitúa una capilla con un retablo barroco dedicada a la Virgen de la Merced. A la derecha está la capilla donde se venera a la Virgen del Claustro, patrona de la ciudad. Es una talla románica de piedra de finales del siglo XII, catalogada como una de las esculturas más importantes del románico catalán. Fue hecha por el maestro Gilbert (Gilabertus) de Toulouse, uno de los más importantes de la época, La imagen mide 105 cm de altura. Esta sentada en un tronco con el niño en la falda y bajo los pies están representados dos monstruos. La imagen es de piedra y los años la han ennegrecido. En el siglo XIII, con la llegada de los albigennses, temiendo por la integridad de la imagen, la escondieron dentro de un pozo del claustro que acababan de construir. Hay una leyenda del niño caído al pozo que fue salvado por la virgen María que parece tener fundamento histórico.
Durante la Guerra Civil Española de 1936, las imágenes religiosas volvieron a peligrar y en esta ocasión fue escondida en la caja del campanario y más tarde evacuada a Francia. Acabada la guerra la imagen tuvo que ser restaurada, pues la figura del Niño había sufrido algunos destrozos.