catedral nueva de lleida
La Catedral de Santa María Assumpta o Seu Nova de Lleida es un edificio de estilo barroco con gran tendencia al clasicismo academicista francés, construido entre 1761 y 1781 para sustituir la Seu Vella. Gracias a las aportaciones de los leridanos, del rey Carlos III y el obispo Joaquín Sánchez se dio comienzo a la construccion de la misma.
Las escalinatas, con tres puertas de hierro de medio punto y torretas laterales, dan acceso a la puerta principal, que luce el escudo de los Borbones en su parte superior. El cuerpo central de la fachada sigue esquemas del barroco romano, impregnados de palladianismo. Presenta una lonja abierta de tres arcos de medio punto y un edículo que intenta romper la horizontalidad a la vez que remarca de la crujía central. Una sencilla balaustrada remata el conjunto. Las torres de los laterales, de tres pisos, repiten en su cuerpo inferior el rítmico motivo de las pilastras pareadas que se repite en toda la fachada.
El interior, con planta de tres naves, esconde la esbelta columnata de aire corintio que soporta los arcos de medio punto. Los elegantes pilares que dividen las naves llevan adosadas cuatro pilastras corintias de fuste estriado, y se elevan sobre altos plintos coronándose con un sobrecapitel a modo de arquitrabe o friso, sobre el que se asientan las bóvedas. La composición de la fachada tiene precedentes en la tradición hispano-lusa de finales del Renacimiento, siendo una clara muestra del barroco clasicista, muy en línea del eclecticismo profesado por los ingenieros militares.
La primera piedra de la nueva catedral fue colocada por el obispo Manuel Macías Pedrejón el 15 de abril de 1761. La nueva catedral fue planeada por Pedro Martín Cermeño, un arquitecto militar, y la construcción dirigida y modificada por el arquitecto real Francesco Sabatini, y otros. En 1781 fue consagrada y se dio por concluida en 1790. Es obligada la referencia a las modificaciones que sufrió el proyecto original de Cermeño. Algunas fueron impuestas por la topografía del terreno, ya que si bien se suponía que el terreno estaba a nivel, en realidad hubo que ajustarlo a la pendiente que existía hacia la fachada. Cermeño había proyectado cinco escalones y finalmente fueron necesarios, además de los cuatro del atrio, otros quince en la escalinata principal de acceso.
Se suprimió también un cuerpo intermedio de las torres, quedando estas mucho más bajas, y se redujo el ático del cuerpo principal del la fachada a la vez que se simplificó su diseño. Otra variación fue dotar al templo de doble cubierta, pues en el proyecto (la maqueta original se exhibe en las dependencias capitulares), la idea era hacer una azotea. En el interior del templo, la modificación más visible es la conversión de los pilares y arcos del ábside en muro continuo por la parte del presbiterio, mientras se mantienen adosados en la girola.
El templo acoge la imagen de la Virgen de Montserrat, obra Josep Obiols (1959). También se venera la Verge del Blau, que según cuenta la leyenda, debe su nombre al "blau" (cardenal o hematoma) que le hizo en la frente el escultor al lanzarle un martillo, al ver que durante uno de sus viajes, un discípulo suyo había finalizado la escultura con más éxito que él.