basílica de san vicente ávila
La Basílica de San Vicente de Ávila fue construida extramuros de la ciudad, tiene dimensiones casi catedralicias. Está consagrada a San Vicente y sus hermanas Cristeta y Sabina mártires de principio del siglo IV. Iniciada su construcción en el siglo XI en estilo románico y se finalizó dos siglos después, bajo los cánones góticos. Es el segundo templo en importancia de la ciudad de Ávila después de la Catedral.
Es un templo de planta basilical de notables dimensiones que alcanzan los 66 metros de longitud total por 44 de anchura de sus tres naves y 41 de longitud de la nave crucero. La planta es de cruz latina con tres naves separadas por pilares cruciformes y rematadas en ábsides semicirculares. Cuenta también con cimborrio, atrio, dos torres inacabadas y cripta. Esta construida con piedra caleña, que le otorga los tonos amarillentos, anaranjados e incluso rojizos que la caracteriza.
El templo cuenta con tres portadas, dos laterales y la principal, que abre a poniente en el bloque occidental de la iglesia. En la portada meridional se presenta bajo una galería porticada que cuenta con una serie de arquivoltas de medio punto, con decoraciones que combinan rosetas y baquetones. Incluye relieves escultóricos que representan, a la izquierda una Anunciación, y a la derecha la imagen de un rey -supuestamente Alfonso VI-, junto a los santos Vicente y Sabina.
En la portada occidental es abocinada compuesta por cinco arcos de medio punto revestidos de decoración de tipo vegetal y que se apoyan en sus Columnas. Destaca su tímpano, dividido en otros dos tímpanos menores y tangentes entre sí, de cuyo punto de encuentro parte el eje de un parteluz o columnas central donde se incluye la figura de Cristo sentado. Desde el exterior, sus ábsides semicirculares se pueden observar escalonados siendo el central más alto y ancho que los laterales.
El templo se inició hacia 1130 con posterioridad a la edificación de la muralla. Se ubica a poca distancia de su ángulo nordeste y próximo a la puerta de su mismo nombre. La edificación sufre una interrupción en su construcción y a mediados del Siglo XII se retoma la obra gracias a Alfonso X el Sabio y Sancho IV finalizando a principios del siglo XIV.
En su edificación participó el maestro Fruchel. El interior posee bóvedas de crucería sobre estructura románica. En una cripta se venera a la Virgen de la Soterraña, patrona de la ciudad. El cuerpo de la Virgen estuvo cubierto con ropa hasta una restauración realizad en la década de los 80 del siglo XX. Ha sufrido algunas restauraciones durante los siglos XIX y XX llevadas a cabo por los arquitectos Hernández Calleja, Vicente Miranda y Repullés y Vargas.