catedral de burgos
Un 20 de julio de 1221, el obispo Mauricio de Burgos y el rey de Castilla, Fernando III "el Santo", colocan la primera piedra de la Catedral de Burgos. Sustituye la nueva catedral a un antiguo templo románico. Se desconoce la identidad de los primeros maestros que trabajan en la catedral de Burgos. Es de suponer que fueran de origen francés, traídos por el obispo Mauricio. En su construcción se siguen patrones góticos franceses, desconocidos en la España de inicios del siglo XIII. Finalmente consagrada en 1260 bajo la advocación de Santa María la Mayor.
La catedral consta de planta de cruz latina. Tiene tres naves con girola, más alta y ancha la central que las laterales. A su vez, las tres naves están divididas en seis tramos. En el presbiterio se añaden tres tramos más. El brazo del crucero, muy saliente en planta, tiene una sola nave. Las dimensiones del templo son 84 metros de largo por 59 de ancho. En superficie, el total de la Catedral de Burgos, incluyendo las capillas y claustros, ronda los 12.000 metros cuadrados.
La fachada principal de la Catedral de Burgos. Situada a los pies, se la conoce como portada de Santa María por su iconografía mariana. Está inspirada en catedrales francesas como Reims o Notre Dame de Paris: En primer lugar, en el cuerpo bajo se abre la puerta principal, también llamada Real o del Perdón, flanqueada por otras dos puertas menores. A continuación, en el segundo cuerpo, destaca el enorme rosetón con forma de estrella de seis puntas o sello de Salomón. Sobre el rosetón, en un tercer cuerpo, elegante galería decorada con estatuas de los reyes de Castilla rematada con la inscripción Pulchra es et decora, en alusión a la Virgen.
También son destacables la Puerta del Sarmental con su rosetón del Sarmental que conserva las vidrieras más antiguas de la Catedral. Y La Puerta de la Coronería es la otra gran portada del crucero. También conocida como la de los Apóstoles, se abre en el lado norte del transepto. Está varios metros por encima del Sarmental, desnivel que se salva en el interior con la Escalera Dorada. La cuarta portada de la catedral, la de Pellejería. La Puerta de Pellejería se abre en un costado del brazo norte del crucero de la Catedral de Burgos. Esta bonita portada plateresca es obra de Francisco de Colonia.
El retablo mayor de la catedral de Burgos es una obra de estilo renacentista romanista. Los trabajos se inician en 1562. Obra de los hermanos Rodrigo y Martín de la Haya. Contaron con la colaboración de, entre otros, Juan de Anchieta y Domingo de Bérriz. Preside el retablo la imagen de Santa María la Mayor, patrona de la ciudad de Burgos. Es una magnífica obra de platería del siglo XV pagada por el obispo don Luis de Acuña.
El deambulatorio o girola que rodea el presbiterio de la nave central, se adorna con un conjunto de cinco relieves o retablos. Justo en el crucero, el actual cimborrio de la catedral de Burgos se lo debemos a Juan de Vallejo y Francisco de Colonia. Presenta una elevada estructura de prisma octogonal dividida en tres cuerpos. Bajo el cimborrio, una sencilla losa de jaspe rojizo cubre los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, y de su esposa doña Jimena. Allí fueron trasladados desde el monasterio de San Pedro de Cardeña en 1921, coincidiendo con el VII Centenario de la Catedral. Una inscripción en letras doradas, creada por Menéndez Pidal, nos recuerda que allí está enterrado Rodrigo Díaz Campidoctor, el que en buena hora nació.
La sillería del coro ocupa los tres tramos de la nave central anteriores al crucero. Todo el conjunto está tallado en madera de nogal. Parece presidir la sillería la estatua funeraria del siglo XIII del obispo don Mauricio, fundador de la Catedral. Hecha en madera revestida de cobre repujado y esmaltado.
Adosada a la pared del hastial norte de la nave del crucero, se levantó, entre 1519 y 1522, una escalera para salvar el desnivel existente entre la puerta de Coronería y la nave norte del transepto. Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos, encargó su construcción al genial Diego de Siloé. El rejero francés Hilario realizó los antepechos en hierro dorado. De ahí que se la denominara Escalera Dorada.
A los pies de la catedral de Burgos, en lo alto del muro de la nave central, encontramos la simpática figura del Papamoscas. Este autómata da las campanadas del reloj, mientras abre y cierra la boca.
Entre las diecinueve capillas de la basílica burgalesa sobresale la capilla de la Purificación o de los Condestables. Es, posiblemente, la mejor capilla que se levanta en Europa en el siglo XV. Es más, se la considera una catedral dentro de otra catedral. Simón de Colonia la construye entre 1482 y 1494. Sus promotores fueron los Condestables de Castilla, Pedro Fernández de Velasco y su esposa Mencía de Mendoza. Ambos fueron una de las parejas más influyentes de la España de los Reyes Católicos. El retablo mayor es obra de Diego de Siloé y de Felipe Vigarny. Entre las muchas joyas de la capilla se encuentra el cuadro de la Magdalena de Giovanni Pietro Rizzoli, Giampietrino, discípulo de Leonardo da Vinci, al que se llegó a a atribuir la autoría. Por último, la capilla se completa con la sacristía adyacente, añadida en 1517 por Francisco de Colonia.