catedral de la asunción de nuestra señora astorga
La Catedral gótica actual se inició el 16 de agosto de 1741, en el mismo solar, dentro del recinto amurallado, donde le precedieron otras catedrales románicas de los SS. XI -
XIII. Nacida como ampliación de la última románica por su cabecera, se fue alzando y creciendo sobre la misma planta desde el s.XV al XVIII, e incorpora en armónica síntesis los estilos
gótico florido, renacentista, barroco y neoclásico, con sus lenguajes; y refleja, como lago sereno y transparente, siglos de historia y vida, cultura y arte, tradición y fe.
Rodrigo Gil de Hontañón, que la dirige por lo menos hasta 1559, le imprime el sello característico de las influencias renacentistas, patentes en la portada lateral (1551 - 1557), en la entrada a la sacristía y en los muros laterales que cierran el coro. Prosiguieron la fábrica los asturianos Pedro de Alvarado y Juan de Alvear, que figura como Maestro en 1582 y fue enterrado en el claustro diez años más tarde. Pedro Álvarez de la Torre le sucede en 1598. En 1650 el Cabildo contrata la balaustrada de Oriente con Francisco de la Lastra Alvear que dirige las obras hasta 1 683, fecha de su enterramiento en el claustro. le sucede su hijo Manuel de la lastra Alvear que finaliza la fachada principal con el triunfo exuberante del barroco. la portada, con escenas bíblicas y columnas ajarronadas leonesas, es de Pablo Antonio Ruiz (1708).
Dos torres gemelas, en los flancos: la Nueva, de las campanas, se terminó en 1704 y es de color rosa pálido; la vieja (1678) fue restaurada y completada con chapitel en 1965. Bajo la dirección de Gaspar López (hacia 1755) se reformó el claustro, con la sobriedad del neoclásico que campea también en la sacristía monumental, obra de José Francisco Terán (1772). Sobre una torreta del ábside se alza la figura enigmática y popular de Pedro Mato (1798).
En el interior sobresalen como obras maestras: la imagen singular de 'la Majestad', Virgen bizantino-románica (principios del s.XII); el retablo hispano-flamenco de S. Miguel (1530) recientemente restaurado. Sobre todo, el retablo mayor de Gaspar Becerra (1558 y ss,) cumbre del renacimiento manierista español, policromado por Gaspar de Hoyos y Gaspar de Palencia (1570-1575); síntesis de bellas artes en un programa teológico mariano, cristológico y eclesial.
La sillería de coro es renacentista en marco gótico (s. XVI) con 97 sitiases de nogal. El órgano muestra una bellísima fachada barroca. Restaurado y completado en 1985, conserva sus valiosos elementos originales. Entre las esculturas de los retablos laterales destacan la Purísima (1626) de Gregario Fernández; S. Juan Bautista y S. Jerónimo, atribuidos a Mateo de Prado (s. XVII); y S. José con el Niño, de José de Rozas (s. XVII). El Cristo de las Aguas es del s. XIV.