catedral de segovia
Con un estilo sobrio, la catedral de Segovia es la materialización del paso del tiempo y de los cambios de estilo: comenzó siendo románica para acabar siendo una catedral gótica con algunos rasgos de influencia renacentista. Las obras de la actual catedral comenzaron en 1525 pues la antigua Catedral de Segovia, bajo la advocación de Santa María, quedó destruida en 1521 durante el 'Levantamiento de las Comunidades'. Ésta, que se hallaba frente al Alcázar, fue utilizada por los comuneros, a modo de bastión, para luchar contra las tropas de Carlos V ubicadas en el Alcázar.
Las obras fueron encargadas a Juan Gil de Hontañón, a su muerte, en 1526, será su hijo Rodrigo Gil de Hontañón, quien se haga cargo de la obra. Con el paso del tiempo también dirigirán la construcción o partes de ella García de Cubillas, Rodrigo del Solar, Pedro de Brizuela o Juan de Mugaguren. Las obras de la nueva Sede continuarían hasta 1686, fecha de cierre del crucero. Sin embargo, habrá que esperar hasta el 16 de julio de 1768 para asistir a la Consagración de la Catedral.
La Catedral de Segovia está compuesta por 3 naves que se disponen formando una planta de cruz latina. Posee, a su vez, capillas laterales, crucero con ábside semicircular en la cabecera, cabecera con girola y capillas radiales. El claustro y la esbelta torre componen otras de las partes fundamentales del templo. El Ábside acicalado por contrafuertes y por pináculos es un de los elementos referentes. Los pináculos corresponden al Gótico Florido. En el exterior la Girola está aderezada con una gran serie de pináculos de tracería gótica. En el interior está flanqueada por siete capillas. Su diseño corresponde a Juan Gil de Hontañón.
La catedral cuenta con 3 puertas. La Puerta de San Geroteo, su nombre hace referencia al primer obispo de la Diócesis de Segovia, San Geroteo, la Puerta de San Frutós, entrada habitual a la catedral situada en el lado norte del crucero, desemboca en la Plaza Mayor de Segovia. Y en la fachada principal de la catedral y flanqueada por dos puertas laterales se encuentra la Puerta del Perdón o de Santa María.
La Torre de la Catedral de Segovia, con sus 88 metros de altura, fue, en su momento la más alta de España. La historia de su creación se remonta al siglo XVII y está ligada a Juan de Mugaguren quien modificaría la mayor parte de su estructura original.
La Capilla Mayor, con su consiguiente retablo, así cómo el Coro situado frente al Altar Mayor, constituyen una de las partes mas nobles de la Catedral de Segovia. Estos están unidos mediante la Vía Sacra o la Valla, obra de Antonio de Elorza. En el suelo de este espacio unitivo podemos encontrar distintos enterramientos de los diferentes obispos de Segovia. Destaca, además, en este espacio, un púlpito de mármol que posee imágenes a modo de relieves de los cuatro evangelistas y de la Inmaculada Concepción. Este púlpito barroco se erige sobre un pedestal dónde, a su vez, se encuentran los florones del duque de Albuquerque.
Una reja barroca, que fue forjada en Elgoibar y colocada en 1729, cierra el coro. Esta fue construida por Antonio de Elorza, quien también se encargó de la construcción de la Valla o Vía Sacra. El final de la vía sacra da paso a la Capilla Mayor, espacio reservado al Cabildo. Carlos III (1759-1788) fue quien mandó construir el altar actual, con diseño de Francisco Sabatini (1722-1795). Su construcción data del 1768 y terminado en el año 1775 en los talleres del Palacio Real de Madrid.
El Retablo está dedicado a la Virgen, a los Santos tradicionales segovianos y al primer obispo. La estructura del retablo se
compone de un banco, un cuerpo central dispuesto con cuatro columnas corintias, así como de un ático dónde podemos observar el anagrama de María en una gloria de nubes y ángeles. La Catedral de
Segovia cuenta con un total de 19 capillas de gran valor artístico, distribuidas a lo largo de La Nave del Evangelio, la Nave de la Epístola y la
Girola.
El Claustro de la Catedral de Segovia, claro ejemplo de gótico tardío del siglo XV, fue construido junto a la antigua catedral. El traslado desde su antiguo emplazamiento al actual se realizó, piedra a piedra. El arquitecto elegido para esta importante obra fue el maestro Juan Guas, cuyo estilo “hispano-flamenco-toledano” impregnó en el claustro. La Sala Capitular fue construida bajo las órdenes de García Cubillas a mediados del siglo XVI. De una suntuosidad inédita, destaca por su artesonado dorado con el primer oro traído de América. Del suelo, de mármol, se alza un Cristo enmarcado bajo un dosel que preside el epicentro de la sala.
El Museo Catedralicio se sitúa en la capilla de Santa Catalina, el cuerpo bajo de la Torre. Destaca, en el centro, el Sepulcro del Infante Don Pedro de Castilla. Hijo del rey Enrique II, falleció, según la leyenda, al caerse por una ventana del Alcázar en el año 1366.