catedral de san sebastián/donostia
La Catedral del Buen Pastor de San Sebastián preside el centro de la ciudad. Su torre, situada sobre el pórtico de entrada, se eleva a 75 metros de altura en forma de aguja y es visible desde casi todos los puntos de la capital. Obra neogótica del arquitecto guipuzcoano Manuel Echave fue inaugurada en 1897 con la presencia de la familia real. Cuenta con una planta rectangular y simétrica, en forma de cruz latina y tres naves, además de transepto y presbiterio. Manuel Echave se inspiró en las catedrales góticas alemanas, especialmente en la de Colonia, para el diseño de la Iglesia del Buen Pastor de San Sebastián. De ahí que sea un edificio de acusada verticalidad con arcos ojivales muy agudos y profusión de elementos decorativos como pináculos y gárgolas, además de una amplia colección de vanos con vidrieras.
Se trata de una iglesia con planta de cruz latina, tres naves longitudinales, nave transversal o crucero y cabecera pentagonal. Carece de girola. Los dos hastiales del transepto alojan dos grandes ventanales-rosetones que acentúan la luminosidad interior del templo. Las naves hasta el crucero, de las que es más ancha y elevada la central, se segmentan en cinco tramos cubiertos con bóvedas barlongas de crucería simple.
La Capilla Mayor, desde la reforma de 1972, aparece austeramente guarnecida por una sillería coral trabajada por la casa Goicoechea y Arín, de Vitoria. Sobre ella, posada sobre una peana que cuelga del ochavo central del ábside, la talla del Buen Pastor, que estuvo en el primitivo altar mayor neogótico. Es obra del artista barcelonés José Llimona, autor también de la tallas de los Cuatro Evangelistas, procedentes asimismo del viejo altar y hoy colocadas en los pilares del crucero.
Las vidrieras son una parte llamativa de la Catedral. Fueron proyectadas por Juan Bautista Lázaro y fabricadas por las casas Bolinaga y Cía., de León, y Pujol, de Barcelona. Las que cierran las siete ventanas dobles del ábside representan a los doce apóstoles y los Sagrados Corazones de Jesús y María. También dispone de vidrieras figurativas en el baptisterio. El resto de las vidrieras se incorporan en ventanas dobles (parte superior) y triples (parte inferior), y recorren la mayor parte de los muros laterales. Dos rosetones se abren en los testeros del transepto.
Otros elementos de interés son los retablos y altares de la Sagrada Familia, la Virgen del Carmen, San Antonio y San Francisco de Asís, obras de Julio Gargallo. Este artista trabajó también en los altares de Santa Teresa y de la Virgen del Perpetuo Socorro. La talla sedente de la Virgen del Rosario presidió un altar suprimido en 1972. Al igual el órgano actual, segundo de los tenidos por la Catedral, fue inaugurado en el coro alto del templo en 1954. Según datos publicados entonces, se trataba del mayor órgano de España y de uno de los mayores de Europa.