catedral nueva de plasencia
La Catedral vieja de Plasencia finalizó su construcción el 26 de marzo de 1438 pero antes de terminar el siglo XV el cabildo consideró que el templo se había quedado pequeño, por lo que se decidió que era necesaria la construcción de una nueva catedral, de mayores proporciones. Se empezó a construir esta nueva Catedral en el año 1498; en el año 1578 las obras fueron paralizadas, y aunque en el siglo XVIII se retomaron, la obra quedó finalmente sin acabar. Hoy día se puede ver claramente el límite de las obras entre la Catedral vieja de Plasencia y la nueva en diversas zonas. Esta nueva catedral está bajo la advocación de Santa María de la Asunción y forma parte del Conjunto Histórico de Plasencia.
Intervinieron en su construcción varios arquitectos considerados como los mejores de su tiempo, como Juan de Álava, Francisco de Colonia o Enrique Egas, que se encargó de realizar los primeros planos de la futura catedral. También dejaron su huella otros arquitectos como Alonso de Covarrubias, Pedro de Ezquerra, Pedro de Ibarra, Rodrigo Gil de Hontañón y Diego de Siloé.
La catedral nueva de Plasencia muestra una serie de elementos góticos mezclados con algunas novedades que pueden considerarse renacentistas. Las aportaciones más novedosas de Juan de Álava quedaron reflejadas en la fachada de la catedral, de la que fue maestro mayor desde 1522. La planta es de cruz latina, con capillas laterales. Nave y crucero forman cuatro arcos torales, que sostienen la correspondiente media naranja y linterna. Presenta dos fachadas renacentistas de estilo plateresco, la principal es obra de Juan de Álava, que la terminó en 1558. Está dividida en cuatro cuerpos y cinco calles, que constituyen un auténtico retablo en piedra, aunque carece de estatuas, ya que nunca llegaron a realizarse por la paralización de las obras. Probablemente la obra fuera iniciada por Juan de Álava y terminada por Gil de Hontañón, quien realizó el cuerpo superior, las cresterías y las agujas.
El interior está dividido en tres naves, siendo todas de igual altura, unos 26 metros, contra lo que era costumbre en la época, en la que la nave central era la más alta; posee también un crucero abierto de bóveda de crucería. Las bóvedas reposan en haces de columnas cuyos nervios no parten desde los capiteles, sino ya desde los basamentos, y se extienden ramificados, creando de éste modo un efecto de gran belleza.
El retablo mayor es de estilo barroco (del siglo XVII), y consta de tallas de madera policromada según la técnica del estofado, realizadas por Gregorio Fernández. Las pinturas son de Francisco Ricci, como los lienzos de la Anunciación y la Adoración de los Pastores, así como la Adoración de los Reyes de Luis Fernández y la Circuncisión de Mateo Gallardo. Muy cercano al retablo mayor se halla el sepulcro del obispo Ponce de León, el cual descansa en un magnífico panteón del granadino Mateo Sánchez de Villaviciosa, con estatua orante de dicho obispo.
La reja del coro, recientemente restaurada, es de hierro forjado en estilo plateresco y se atribuye a Juan Bautista Celma. Se terminó en 1604 y se doró en 1763. Está coronada por una imagen de la Santísima Virgen y alberga en su interior la espléndida sillería de estilo gótico flamígero obra de Rodrigo Alemán, que antes se encontraba en la Catedral Vieja; está realizada en madera de nogal y sobresalen en ella la silla del Obispo, que se halla en el centro, y también dos más a ambos lados de ésta, dedicadas a los Reyes Católicos.
El órgano fue construido por Casai Elezgaray y es de estilo plateresco con elementos de transición al barroco.