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catedrales peninsulares

catedral vieja de plasencia


La ciudad fue diócesis desde casi su fundación por Alfonso VIII de Castilla, y toda diócesis debe tener su catedral. La Catedral de Plasencia está formada por dos edificios. Una de ellas es la llamada Catedral Vieja de Plasencia o de la Anunciación. Es románica en su base, pero según se fue construyendo fue pasando al gótico, por lo que nos encontramos los dos estilos. Fue construida entre los siglos XIII y XV, aunque posteriormente parte de sus naves se ampliaron para ajustar el ancho a la catedral nueva.

 

La portada principal es ejemplo depurado del románico, con arcos de medio punto con las clásicas arquivoltas sobre las cuales, en sencilla hornacina, se contempla un grupo escultórico tallado en piedra de la Anunciación de Nuestra Señora, que aparece también sobre el espléndido rosetón en una pequeña imagen y ante ella un ángel orante. Esta portada está cargada de simbolismo y guarda pequeñas sorpresas.

 

El claustro, de planta irregular, es de evidente transición del románico al gótico, propio de la Catedral antigua. Reminiscencia del románico en sus columnas y capiteles, con escenas bíblicas, y referencias al gótico en los arcos y bóvedas de crucería. Las naves oeste y sur son de claro estilo cisterciense. El centro del patio lo ocupa una fuente gótica del siglo xv, con escudos de armas del obispo y cardenal Juan de Carvajal.

La nave central más elevada mantiene sus bóvedas de crucería originales con terceletes y sencillas en las naves laterales. Todas estas bóvedas están decoradas con una rica y curiosa iconografía en la que se mezclan temas religiosos, animales del bestiario medieval, personajes de la Plasencia de la época, representaciones de vicios, como la gula y la lujuria, y escenas escatológicas que recuerdan a otras presentes en la sillería de coro, que hoy podemos admirar en la Catedral Nueva.

 

Si hay una parte del edificio románico que deba destacar, sin duda se trata de la antigua Sala Capitular o Capilla de San Pablo y popularmente conocida como Torre del Melón por la terminación en una bola estriada. La capilla de San Pablo sigue el modelo de torres linterna o del grupo de cimborrios leoneses de las catedrales de Zamora y Salamanca, la colegiata de Toro y sin olvidar la catedral de Évora, en Portugal. Su origen inicial hay que buscarlo en el románico francés.

 

Es una sala de planta cuadrada, que se convierte en un octógono a través de trompas nervadas que configuran una bóveda gallonada de dieciséis nervios. En el exterior, la cúpula de doble casquete resulta un elemento empinado y cónico, recubierto con laves en forma de escamas, que dificultan la erosión que pueda producir el agua de lluvia. En el punto más alto se termina con una bola estriada, que ha dado lugar al popular nombre de Torre del Melón.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.