catedral de elvas
La construcción de la iglesia, entonces llamada, de Nossa Senhora da Praça se inició en 1517 bajo las órdenes del arquitecto real Francisco de Arruda, que se había encargado también del Acueducto de Amoreira para abastecer de agua potable a esta ciudad fortificada en la frontera con España. Era ese mismo lugar el que, hasta entonces, había ocupado la iglesia de Santa María dos Açougues.
El nuevo templo se abrió finalmente al culto en 1537 pero las obras prosiguieron hasta el final del siglo bajo la dirección del maestro cantero Diogo Mendes. Es el eje a partir del cual se orientó todo el centro histórico de la ciudad. La maestría de Francisco de Arruda dio origen a un majestuoso edificio con apariencia de fortaleza, que ostenta una torre campanario en el vértice de la fachada y se encuentra encumbrado por almenas achaflanadas. El portal principal fue diseñado por Miguel de Arruda por encargo del cardenal D. Henrique.
En 1570, con la creación del obispado de Elvas por el Papa Pío V, la iglesia de Nossa Senhora da Praça se transformó en la Catedral de Elvas, dedicada a Nossa Senhora da Assunção. En términos artísticos se trata, originalmente, de un templo de estilo manuelino, aunque con el paso del tiempo perdió parte de esa impronta debido a las modificaciones introducidas por los sucesivos obispos de la ciudad.
En el interior, todo el cuerpo de la iglesia se ve contornado por un sillar de azulejos policromados mandado colocar allí por el obispo António de Matos de Noronha a principios del siglo XVII. La capilla mayor, en mármol de varios colores y estilo barroco, fue mandada construir en 1734 y es de la autoría de José Francisco de Abreu. Merece, asimismo, una mención especial el soberbio órgano del coro alto, encargado en 1762 por el obispo Lourenço de Lencastre al organista italiano Pasqual Caetano Oldoni y completado en 1777.
La iglesia siguió funcionando como Catedral hasta 1881, momento en el cual perdió dicha condición y la sede episcopal se trasladó a Évora.