catedral de portalegre
La Diócesis de Portalegre se creó en el siglo XVI y tuvo como primer obispo a D. Julião de Alva, capellán de D. Catarina, esposa de D. João III (1521-57), quien ordenó erigir la nueva Catedral, consagrada a Nossa Senhora da Assunção. Las obras se iniciaron en 1556 siguiendo un proyecto de Afonso Álvares y la última piedra, el remate de la bóveda, fue colocada en 1575. Creado en un estilo renacentista tardío, el templo sufrió modificaciones entre 1737 y 1798, ya bajo un estilo barroco, como se observa en el trabajo en piedra de los pórticos de la fachada y en las torres campanario.
En el interior, iluminado por 28 ventanales, podemos encontrar paneles de azulejo del XVII y un notable conjunto de pinturas manieristas, único en el país. Los retablos del altar mayor y de las capillas laterales integran noventa y seis pinturas y en ellos trabajaron varios artistas portugueses durante los siglos XVI y XVII. A la derecha del altar queda la Capilla del Santísimo y a la izquierda la de San Pedro.
Los púlpitos son de mármol, así como el enrejado de la capilla mayor en donde se puede admirar el trabajo del escultor y entallador Gaspar Coelho y de los pintores Francisco Venegas, Fernão Gomes y Simão Rodrigues. Las restantes pinturas de la iglesia se atribuyen al Taller de Portalegre, a Cristovão Vaz de Lisboa, a Diogo Teixeira, a Pedro Álvares Pereira de Coimbra y a la Escuela Española.
En las bóvedas se pueden admirar diversos motivos grotescos manieristas, cartelas, mascarones, florones y seres híbridos, probablemente inspirados en los grabados flamencos que circulaban en la época por Europa. Se puede visitar también la sacristía revestida en azulejos del XVIII (que representan la «Huida a Egipto») y el claustro, concluido en el siglo XVIII. Del lado norte, se encuentra el antiguo Palacio Episcopal, residencia que fue de los Obispos hasta 1910 y que estaba conectado interiormente con la Catedral.