catedral de viseu
Con las grandes torres que le confieren un aspecto de iglesia fortificada implantada en un promontorio, la grandiosidad de esta catedral es un punto de referencia de la ciudad, incluso cuando se ve a distancia. Es también uno de sus edificios más antiguos. Fue edificada en el lugar donde había un templo primitivo de la época suevo-visigoda, cuya estructura ha sido descubierta recientemente por excavaciones arqueológicas. Comenzó a tomar forma en el siglo XII, con el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques y sufrió una profunda renovación en el siglo XIII durante el reinado del rey D. Dinís. Las obras duraron muchos años y el conjunto integra elementos de diversas épocas.
La fachada, manierista, fue erigida a mediados del siglo XVII en sustitución de otra, renacentista, que se derrumbó en el año 1635 y destruyó el portal manuelino construido mientras tanto. Como detalle interesante, presenta seis nichos con esculturas de piedra. En la parte superior está representada Santa María da Asunção, patrona de la catedral. Por abajo, también en el centro, se encuentra la imagen de San Teotonio, hombre de muchas virtudes que fue prior de la Catedral entre 1112 y 1119 y es el patrono de la ciudad de Viseu. En los nichos laterales están representados los cuatro evangelistas con sus símbolos: San Marcos, San Lucas, San Juan y San Mateo.
Lo más interesante de esta catedral es su interior, en particular la bóveda donde se tallaron las nervaduras en forma de cruz en la piedra como si se tratara de una gruesa cuerda con un nudo en medio, atributos náuticos muy al estilo manuelino que confieren al conjunto una fina elegancia. Los cierres de las bóvedas están rematados por florones de piedra de Ançã que ostentan las divisas de los reyes y los escudos de los obispos.
La capilla mayor, modificada en el siglo XVIII, estaba decorada antiguamente con el hermoso retablo de Vasco Fernandes (Grão Vasco), que representaba escenas de la vida de Cristo y actualmente se encuentra en el Museo Grão Vasco. El retablo actual que puede verse allí hoy en día, obra barroca que revela el gusto de moda en tiempos del rey João V, es creación de Francisco Machado. La elegante sillería del siglo XVIII es de madera de jacaranda traída de Brasil, tallada y dorada.
En el lateral, un pasillo revestido de azulejos del siglo XVIII da acceso a la sacristía, construida en 1574 y enriquecida con pinturas en el techo de madera; en el centro ostenta el escudo del obispo D. Jorge de Ataíde, mentor de esta construcción. Las paredes de la sacristía están completamente cubiertas con azulejos polícromos del siglo XVII.
El claustro, con acceso por la iglesia, fue mandado construir por el obispo D. Miguel da Silva (uno de los introductores del Renacimiento en Portugal y protector del pintor Grão Vasco), y el Tesoro-Museo de la catedral, que alberga dos cajas fuertes-relicarios del siglo XIII, de la Universidad de Limoges, y una custodia que perteneció a D. Miguel da Silva.